Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 2 de septiembre de 2010

Con el mar a sus espaldas. Don Quijote. Cap.65 / II



Utilizando Cervantes el empeño de don Quijote en guardar las órdenes de la andante caballería, le hace desandar el camino. Se sirve para ello de Sansón Carrasco, personaje que aparece en la segunda parte de la obra con la finalidad de que el caballero no avance en su locura.
El primer intento de derrotarlo en la tercera salida disfrazado de Caballero de los Espejos fracasó, – era demasiado pronto para terminar la obra- y el bachiller lo intenta de nuevo, y lo consigue en el capítulo anterior como Caballero de la Blanca Luna.

Don Antonio y el visorrey, personalizan el egoísmo de cuantos, hasta ahora han abusado de un pobre loco y un labriego simple, para ellos es menos importante la salud de ambos que la posibilidad de perder “sus gracias” y el disfrute que supone.

Sancho consuela a su amo sin dejar de recordarle que él también pierde aún cuando no  salga  tan malparado; renunció a su cargo de gobernador pero no le hubiera venido mal otro título. Sea cual fuere la situación, del árbol caído, todos hacen leña.

El anuncio del regreso de Gregorio es el medio utilizado para que don Quijote asuma la realidad de su fracaso; ni física ni anímicamente está en condiciones, la aventura ha terminado y el personaje lo refleja con una frase lapidaria para un caballero:

“¿De qué me alabo, si antes me conviene usar de la rueca que de la espada?”

La labor de hilado mediante la rueca,  era entonces exclusivamente femenina, si un hombre la realizaba, se le consideraba afeminado y cobarde. Don Quijote, manifiesta asi -pese a certificar poco antes que su retirada no había de pasar de un año- su estado emocional.

Hay en el reencuentro de Gaspar Gregorio y Ana Félix una imagen de recato y honestidad que Cervantes se ocupa de resaltar mediante los comentarios del narrador:

“No se abrazaron unos a otros, porque donde hay mucho amor no suele haber demasiada desenvoltura”.
“El silencio fue allí el que habló por los dos amantes y los ojos fueron las lenguas que descubrieron sus alegres y honestos pensamientos”.

En sendos párrafos, subraya la realidad social.

 De los renegados:

“Reincorporóse y redújose el renegado con la Iglesia, y de miembro podrido volvió limpio y sano con la penitencia y el arrepentimiento”.

Al volver a tierra cristiana, tras confesar y arrepentirse públicamente, la Inquisición les permitía reconciliarse con la Iglesia levantándoles la excomunión.

Y de los moriscos:

“Don Bernardino de Velasco, usa antes del cauterio que abrasa que del ungüento que molifica”.

Con la historia de Ricote y Ana Félix, muestra Cervantes su dilema. Por un lado Felipe III al cual debe obediencia manda expulsar a los moriscos, por otra, no puede evitar su simpatía y compasión hacia padre e hija.

“Con esto se partieron los dos: don Quijote, desarmado y vestido de camino; Sancho, a pie, por ir el rucio cargado con las armas”.




5 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Resaltas bien los sentimientos de don Quijote y la personalidad del resto de los personajes, especialmente de aquellos que se habían acostumbrado a reírse de los protagonistas.
Se inicia el regreso a casa, qué sensación de melancolía.

pancho dijo...

"Con el mar a sus espaldas" es el título que me hubiera gustado encontrar. Me encanta.

Don Antonio demuestra gran pequeñez de espíritu al no querer que DQ sane con el fin de que no se les desbarate su juguete. De la misma calaña que el Bachiller.

Excelente comentario.

Merche Pallarés dijo...

¡Hemos coincidido otra vez con la imagen! No hay duda, querido Paco, que a nivel imágenes tenemos telepatía...
Muy triste este episodio de la partida de nuestro Quijo derrotado. Muy triste. Besotes, M.

Abejita de la Vega dijo...

Desandar el camino, ay qué tristeza.
Y que duro suena eso de que será mejor que no sane, con tal de seguir con la diversión. El Virrey y el Moreno consideran a don Quijote un juguete, hemos coincidido en esa palabra.

Un abrazo, Paco.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Esa lo que queda...desandar lqo andado, y encima con la resignación a cuestas, pero Cervantes así lo quería ya que ha llegado a su cometido: ridiculizar las novelas de caballerías.

Sansón no es. Mas que un vil vengador que busca no que Alonso Quijano vuelva a casa, sino su propia satisfacción personal por medio de la venganza. Un abrazo