El
título pretende ser la recreación de una dirección de correo.
Hasta el alumbramiento de las fusiones bancarias, algunas entidades mantenían en su área de influencia labores sociales humanamente muy rentables. El sueño, fue bello mientras duró. La crisis ha mutado a coreo electrónico que todos recibimos o recibiremos. La cuenta de resultados se antepone al bien social. El vergel en el que creíamos vivir ha quedado en un modesto huerto que habremos de mantener con nuestro diario esfuerzo. Esfuerzo como el que durante nueve años, tres fantásticas mujeres Bea, Piedad y Silvia, -a las que ya me referí en anterior entrada- han realizado para que, a los que la edad pilló en estado de analfabetismo informático, saliesen de tal situación.
Hasta el alumbramiento de las fusiones bancarias, algunas entidades mantenían en su área de influencia labores sociales humanamente muy rentables. El sueño, fue bello mientras duró. La crisis ha mutado a coreo electrónico que todos recibimos o recibiremos. La cuenta de resultados se antepone al bien social. El vergel en el que creíamos vivir ha quedado en un modesto huerto que habremos de mantener con nuestro diario esfuerzo. Esfuerzo como el que durante nueve años, tres fantásticas mujeres Bea, Piedad y Silvia, -a las que ya me referí en anterior entrada- han realizado para que, a los que la edad pilló en estado de analfabetismo informático, saliesen de tal situación.
Cada
día durante esos años, han derrochado entusiasmo, paciencia y buen hacer
atendiendo una y mil veces (doy fe) con cariño y una sonrisa cuantas dudas
surgían entre sus veteranos alumnos. La fusionada entidad que mantenía el
centro, ha premiado su labor con el preceptivo aviso del cierre de la sala y
por tanto fin de su contrato, con quince días de antelación. Ayer, último día
de actividad, los abrazos se multiplicaban y las lágrimas se contenían,
evidenciando la frustración de un grupo cohesionado socialmente en torno a un
proyecto.
¿Otra
consecuencia de la crisis? ¿De las
fusiones? ¿Es una forma de cambiar bienestar social por dividendos?.
Queridas
Bea, Piedad y Silvia. Habéis demostrado que se pude compaginar trabajo con
eficacia y como se dice ahora “buen rollo”. Alguien dijo que quien deja escapar
un buen equipo comete un error irreparable. Yo lo suscribo, ha sido estupendo
colaborar con vosotras y un placer teneros por amigas.
Creíamos
haber encontrado el camino. Creíamos que las entidades bancarias locales
seguirían prestando los mismos servicios a pesar de los cambios. Pero no. La
globalización, o lo que sea, es como un tsunami. Arrasa.
En
cualquier caso, sigue haciendo falta -ahora más que nunca- gente buena.
Imagen:
La sala se difumina